
Cuando terminó todo esto y era todo un alboroto y todos estaban y todos gritaban y todos hablaban yo pensé: se la pasan hablando de Estados Unidos, están obsesionados con el gran país del Norte y yo creo que tendrían que dejar de mirar tanto Estados Unidos y empezar a dar vuelta a la cabeza y empezar a observar a Uruguay. Por qué digo esto, porque acá en ese querido país vecino nuestros hermanos uruguayos, hay líneas políticas enfrentadas, la derecha neoliberal conservadora y el zurdaje.
Pero veamos el traspaso de mando entre dos fieros competidores por un lado Tabaré Vázquez que dejaba el poder, asumía hace ya 5 años Lacalle Pou. Uruguay no es perfecto. No es perfecto y sus políticos no son diamantes, pero hay algo que tiene el pueblo uruguayo, que es que hasta el más chanta y el más impresentable respeta las instituciones y respeta al pueblo que los elige.
Algunos maleducados e ignorantes dicen de Uruguay “la provincia rebelde”. Cuánto nos falta para llegar a ser un poquito como Uruguay. Ahí teníamos dos adversarios políticos enfrentados que tienen ideas completamente diferentes en lo económico, lo social, en la construcción de su República, sin embargo ahí estaban quienes se habían enfrentado, uno entregando el poder y el otro recibiendo el poder, sonriente el que dejaba el poder aplaudía a quien lo iba a recibir. Delante de ellos el pueblo que los aplaudía y les agradecía por respetarlos y respetar las instituciones de su patria mientras acá se masturban mirando al gran país de Norte. Dios mío, tendríamos que mirar un poquito más al Uruguay, de este lado del charco.
Miremos la asunción por ejemplo de Mauricio macri. Le entregó la banda Federico Pinedo porque la expresidente Cristina Fernández de Kirchner se negó a y no quiso entregarle los atributos ni la banda ni el bastón porque en ese momento la condenada, la artífice de haber destruido el tejido social de nuestra República dijo “Yo no le voy a hacer la fiesta Macri”, olvidándose, la ignorante y soberbia resentida, que no era la fiesta de Macri, era la fiesta de esa palabra que le gustan usar tanto a ellos: la democracia, la fiesta del pueblo, de las instituciones, de fuerzas políticas que se pueden enfrentar fuertemente pero que tienen que tener un objetivo en común la grandeza del pueblo.
Nosotros somos esto. Vamos a reconocernos algún día como lo que somos como sociedad, como país, porque los representantes del pueblo argentino salen de la sociedad. No son chilenos. No son uruguayos. No son bolivianos. No son peruanos. No son rusos. No son yanquis. Son argentinos y nosotros somos esto: un grupo de oligofrénicos fanatizados que no respetan las instituciones, que no guardan solemnidad ante el cargo que ocupan, que no tienen respeto por el cargo en el que están, olvidándose aquellos grandes hombres de nuestra patria que estuvieron en ese lugar.
Muchachos, empecemos a reconocer porque si no reconocemos no vamos a poder cambiar. Somos una gran Villa miseria con aires de superioridad. Somos nuestro propio enemigo. Nosotros somos el mal en este terruño, y hasta que no lo reconozcamos vamos a seguir cayendo en picada y cada vez todo va a ser peor, cada vez cada año cada día que pasa, todo es más decadente más burdo más mediocre, más asqueroso todo se empieza a pudrir más.
Líderes mesiánicos que se creen dioses con súbditos arrastrados que se creen de la gran corona y, aunque el presidente aborrezca al republicanismo y al respeto por las instituciones, entran con forceps por un decreto. No es la manera habitual. Acá también hay que tener cuidado con “los ñoños republicanos”, y “que cada cosa que no le gustan dicen que es inconstitucional”, “el problema es que no les gusta, entonces como no le gusta dice que es inconstitucional”. Pero, entonces ¿cuál es el valor?
Presidente, no le voy a criticar las formas ni los modos, los conocemos a usted desde el año 2019, nunca nos preocupó las formas, los modos. Pero alguien se lo tiene que decir porque no se lo dicen, está muy desencajado. Yo no voy a hacer acá una señora paqueta de barrio Norte que le diga “Ay por favor”. ¿Sabe qué presidente? A mí me preocupa que se lo ve desencajado, se lo ve fuera de sí y está llegando a la banquina del ridículo.
Presidente: cuando usted busca mofarse, humillar a aquellas personas que usted llama y los cataloga como “republicanos” simplemente son ciudadanos argentinos que están pidiendo un poco de seriedad y de respeto por las instituciones y que bajen el fanatismo, que baje la agresión que empiecen a entender que si no cambian, por más éxito económico la gente se va a hartar.
Eso presidente, usted Javier, con todo respeto, usted, se le entra en la cabeza que usted ganó no porque es un elegido de Dios Todopoderoso, usted ganó porque enfrente estaba el narcotráfico, la mafia, lo peor de la historia argentina, y la gente, esa la que usted se le burla, lo votó usted, muchos de ellos diciendo “veremos a ver qué sale”, y otros diciendo “más allá de los modos, yo lo banco”, porque la discusión en las elecciones fue económica, y usted ganó gracias a esa gente.
¿Usted entiende que ganó gracias a esa gente, usted de verdad Javier cree que atacándolos y burlándose de forma infantil a esa gente le da ganas de seguir apoyando su gobierno? Recuerde que a usted lo bancó y lo banca la clase media, no lo banca la clase baja, la clase baja está callada ahora porque ustedes aumentaron los planes sociales entonces los crotos que no laburan, no estudian no hacen un nada, siguen siendo mantenidos de la clase media trabajadora.
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Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente: https://mendozatoday.com.ar/2025/03/04/editorial-de-el-presto-presidente-cada-dia-se-parece-mas-a-nestor-kirchner-que-a-javier-milei/