El Gobierno ejecutó un contundente apretón monetario para no convalidar los aumentos de diciembre con nueva emisión. La base monetaria se mantuvo prácticamente congelada desde que Milei asumió la presidencia, y el aumento semanal de los precios ya está comenzando a ceder.
Las mediciones más precisas y de alta frecuencia al respecto de la evolución de los precios sugieren una fuerte desaceleración inflacionaria para el mes de enero. Cabe señalar que en el mes de diciembre el kirchnerismo dejó una tasa de inflación mensual completamente descontrolada y en el orden del 25%. Esto se debe a una serie de desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios que el nuevo Gobierno debió corregir.
Tras el salto del tipo de cambio oficial y la liberalización de los precios artificialmente reprimidos, el Gobierno implementó una política monetaria muy restrictiva para evitar cualquier tipo de convalidación con emisión de nuevos pesos. En otras palabras, los precios de diciembre aceleraron sus aumentos por el sinceramiento de las variables macroeconómicas, pero el Banco Central no emitió una mayor cantidad de pesos para poder hacer frente a esos aumentos.
La base monetaria se mantuvo virtualmente congelada desde que el Presidente Javier Milei asumió la presidencia el 10 de diciembre del año pasado. Toda la emisión para fijar las tasas de interés, por intereses de pasivos remunerados y por compra de divisas, fue eventualmente neutralizada con colocaciones de nuevos Pases, por licitaciones de pesos del Tesoro y por colocaciones de BOPREAL.
Estas son las razones por las cuales la variación de los precios poco a poco comienza a ceder. La consultora Orlando Ferreres sugiere que en el mes de enero el IPC tendrá una suba promedio del 16,4% y hasta el 17,5% si se excluyen los alimentos y la energía. Sin embargo, esto es, cuando se compara al promedio de las primeras cuatro semanas de enero con respecto a las cuatro semanas del mes precedente.
Sin embargo, cuando se compara la variación de los precios entre la cuarta semana de enero y el mismo período semanal de diciembre, el aumento cae drásticamente al 12%, cuando en las últimas semanas del mes pasado había llegado a casi el 30% empleando la misma metodología. Se ve con claridad una fuerte desaceleración que, según se estima, se profundizará a lo largo del mes de febrero.
El mes de marzo podría verse afectado por fuertes componentes estacionales (como por ejemplo el rubro de la educación, característico de este mes), pero más allá de estos aspectos el programa monetario y fiscal del ministro Luis Caputo es consistente con la rebaja de la inflación.
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