Explotó la interna más inesperada en el kirchnerismo entre Kicillof y Cristina por el liderazgo de Unión por la Patria

Tras dos décadas de hegemonía kirchnerista, desde el kicillofismo empezaron a aparecer cuestionamientos a la conducción de la expresidente y su hijo, y se empiezan a armar dos bandos ferozmente enfrentados.

Mientras la oposición sigue sin liderazgo y lo único que los une es llevarle la contra al presidente Javier Milei, nace una explosiva interna en el kirchnerismo. Por primera vez en quizás toda su historia, el peronismo no tiene un líder claro, y a exactamente un año del cierre de listas para las elecciones legislativas, no hay ningunda definición sobre quién conducirá a Unión por la Patria.

Todos los ojos están puestos en la provincia de Buenos Aires. Hay quienes creen que el líder natural del espacio debería ser Axel Kicillof, el único gobernador peronista que logró la reelección de manera contundente en las elecciones generales del año pasado.

Sin embargo, el presidente del PJ bonaerense es Máximo Kirchner, quien en las mesas políticas viene cuestionando duramente a Kicillof y le recuerda a sus compañeros cada vez que puede que si Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza se unían en la Provincia, hoy Kicillof estaría afuera del gobierno.

Se salvó porque en la provincia no hay ballotage. El 19 de noviembre, Milei estuvo a centésimos de ganar incluso la Provincia de Buenos Aires. Si en 2027 vamos con Kicillof le estamos regalando la reelección a la derecha“, cuentan que dijo Máximo en un asado con dirigentes de La Cámpora, palabras más, palabras menos.

Las palabras llegaron hasta lo más profundo de la estructura de poder del kirchnerismo, y el fin de semana pasado en un acto en la Quinta de San Vicente, el “Cuervo” Larroque salió a defender fuertemente a Kicillof, haciendo público un cruce que hasta el momento se había mantenido en privado.

“Milei señaló a Axel como el enemigo, cuando hemos retenido heroicamente la provincia de Buenos Aires, y quizá no necesariamente con toda la colaboración de nuestra fuerza política. Cualquier compañero o compañera de nuestro espacio que ose murmurar, conspirar, sembrar cuestionamientos extraños en una joda rara está y no juega a favor del peronismo”, se despachó con micrófono en mano en medio del acto del 13 de abril.

Sus palabras fueron mal recibidas por La Cámpora, la organización militante que él mismo presidió hasta marzo del año pasado. Los dirigentes camporistas cuestionaron que en un acto en honor a Cristina Kirchner haya atacado tan abiertamente a su hijo.

Larroque fue por más de 10 años el mentor político de Máximo, pero hoy como ministro de Desarrollo Comunitario de Kicillof ha decidido pararse con el gobernador, incluso si eso supone ponerse de la vereda de en frente de Cristina.

Y es que Cristina piensa lo mismo que Máximo (en realidad, Máximo piensa lo mismo que ella), y en el cristinismo todavía esperan que ella vuelva a elegir a dedo al candidato del peronismo unido como hizo en 2015 con Daniel Scioli, en 2019 con Alberto Fernández y en 2023 con Sergio Massa.

En el “kicillofismo”, esperan que la conducción de Cristina ya se haya agotado, y en el 2025 las listas se armen a través de unas gran PASO. Kicillof salió perdiendo fuertemente en el armado de listas de Unión por la Patria en la Provincia de Buenos Aires en 2023, y gracias a eso, a pesar de haber ganado con el 45% de los votos, no tiene mayoría propia en la Legislatura, ya que la mayoría de sus diputados y senadores son de La Cámpora y responden a Máximo.

Sus ambiciones no terminan ahí. Kicillof está convencido que su lista arrasaría en unas PASO contra La Cámpora, y que la victoria legislativa que espera tener en 2025 lo catapulten a también ganar unas PASO presidenciales en 2027. En el resto del kirchnerismo esperan que Cristina elija al próximo candidato a presidente, y nadie espera que elija a Kicillof.

La división que existe en el kirchnerismo sobre este tema no es menor, y todos los intendentes y hasta los propios ministros del Gabinete bonaerense se están empezando a alinear de un lado o del otro, en una grieta dentro del PJ como no se veía desde Cafiero y Menem.

Quien le soltó la mano a Larroque fue el senador Mariano Recalde, quien recientemente asumió la presidencia del PJ CABA y está alineadísimo con Máximo. “No entiendo cuando el ‘Cuervo’ Larroque dice que hay un compañero que anda en una cosa rara, pensé que hablaba de Guillermo Moreno, que es el que cuestiona a Axel todo el tiempo”, lo chicaneó. 

Algo similar ocurrió con la camporista Fernanda Raverta, cuando en medio de las críticas contra Máximo Kirchner que se multiplicaban en el Congreso del PJ, en Ferro, hace dos semanas, mandó a callar las disidencias, ordenó poner la marcha peronista y cerró sin preaviso una cita que tuvo más de catarsis que de organización.

Por su parte, Mayra Mendoza, se mostró recientemente con Kicillof en la inauguración de una escuela pública, pero internamente aclaran que la intendente de Quilmes está con Máximo, y destacaron que el acto “ya estaba programado” y que Mayra “lo saludó de compromiso“.

Otro intendente que se mostró recientemente con Kicillof pero que juega con Máximo es el jefe municipal de Hurlingham, Damián Selci, quien llenó el público de carteles que leían “Nada sin Cristina” mientras hablaba el Gobernador.

También están los “ambidiestros“, apodo que reciben los que ocupan un cargo en el Gabinete de Kicillof pero reportan a Máximo Kirchner, como el ministro de Salud Nicolás Kreplak o Florencia Saintout, en Cultura, entre otros.

Fuera de las alianzas, los principales armadores de Máximo son Facundo Tignanelli, puntero en La Matanza; Emmanuel González Santalla, senador provincial de Avellaneda; y Martín Rodríguez, de Hurlingham, ex número 2 del PAMI. Según reprochan en el círculo de Kicillof, estos tres dirigentes junto a Máximo están intentando adueñarse del kirchnerismo, dando órdenes por WhatsApp e invocando a Cristina cada vez que los cuestionan.

La banda de Kicillof

Además del apoyo de Larroque, Kicillof cuenta con el respaldo de dos pesos pesados del peronismo, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraressi, y el de Ensenada, Mario Secco“No me quiero poner a discutir por cuatro pelotuditos”, aportó sin diplomacia Secco en una entrevista en Futurock, y avanzó: “Vamos a hacer actos, cosas, yo quiero estar en otra pelea… contestándole a los boluditos estos, retrocedo”, dijo en referencia a Máximo y sus tres armados. 

Kicillof también tiene el respaldo del massismo, luego de que entablaran una buena relación en la campaña del año pasado. “Me parece que hay que pensar antes de hablar”, recriminó con dureza Sebastián Galmarini, cuñado de Massa y actual Director del Banco Provincia.

El candidato de todos fue Sergio Massa porque TODOS creímos que era la mejor propuesta en un escenario electoral muy difícil“, dijo quitándole protagonismo a Cristina, lo cual siempre irrita a los camporistas. “El encierro no fue una gran consejera en las diferentes ofertas electorales de los últimos años. Si te sirve, te paso los resultados”, le apuntó directamente a Recalde.

El Gobernador bonaerense completa su apoyo con Hugo Yasky (CTA) y Aníbal Fernández, con quien tuvo peleas públicas por las críticas a Alberto Fernández, pero que hoy lo defiende a capa y espada. “A Axel Kicillof hay que sacarle la manga de salames que tiene al lado y es un cuadrazo”, dijo sin tapujos el exministro de Seguridad.

Esta semana, Cristina Álvarez Rodríguez, la jefa de Asesores de Kicillof y armadora principal del Gobernador, juntó este lunes a dirigentes de su agrupación, la Corriente Nacional de la Militancia, y blanqueó la situación.

La puntera de Kicillof le aclaró a sus militantes que Kicillof tiene decidido ser candidato a presidente en 2027 “con o sin Cristina”, y que si bien ahora mismo al espacio lo conduce Cristina, “en la provincia la palabra final la tiene el Gobernador, que es Kicillof“.

En el kiciloffismo no cuentan con un regreso triunfal de Cristina Kirchner, como todavía añoran algunos en La Cámpora, y están seguros que la ex presidente y ex vicepresidente no va a involucrarse directamente en el armado de listas para 2025, ni en decidir la fórmula presidencial para 2027.

Máximo Kirchner no rechaza esta hipótesis, por el contrario, la confirma, pero se arroga la representación de su madre y asegura que él va a ser quien arme las listas en 2025 y elija al candidato del kirchnerismo en 2027. Kicillof se le caga de risa.

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